miércoles, 10 de octubre de 2012

Una Mañana en mi Vida

Buenos días/tardes/noches!

¿Qué tal estáis, piltrafillas? :D
Hoy traigo una entrada algo diferente. Pensaba hablar sobre un tema (que, por supuesto, pospondré) pero hoy me ha ocurrido una cosa muy rara y he acabado de muy mala leche.

Esto ocurrió tal día como hoy, más concretamente hoy. Teníamos la misa de principio de curso (una de las cosas malas sobre mi colegio religioso) y siempre nos dejan salir cuando acaba la misa, es decir, una hora y media, o así, más pronto (una de las cosas buenas de la cosa mala). Vivo al lado de mi instituto así que después de estar un rato con mi hermana y sus amigas me dispongo a ir a mi casa, como todos los días. Hasta aquí todo bien.

Lo malo empieza ahora. Llamo al telefonillo y nadie contesta, se supone que tiene que cogerlo mi abuela (que vive con nosotros) y abrirme, pero nada. Sigo llamando, y pruebo una y otra y otra vez pero NADA. Yo estaba asustada, no me esperaba eso. Creía que mi abuela estaría en el balcón y no me oiría, pero tardaba demasiado. Viene mi vecina y nada, tampoco lo cogían porque su madre no estaba. Genial.

No sabía que hacer, hacía un calor de miedo y estaba chorreando sudor y no es plan ponerse a esperar en la puerta sin móvil ni nada a saber cuánto tiempo. Se me encendió la bombilla y me acordé de que unos amigos de mis padres viven al lado y sin dudarlo llamé a su casa. Pude subir y llamar a mi madre para decirle lo que estaba pasando. Me contó que mi abuela se había ido al médico y no sabía cuando iba a volver. Genial otra vez.

Por lo menos ya sabía lo que pasaba, pero eso no haría que mi abuela, por arte de magia, estuviese en mi casa. Así que me dijo que tendría que ir a su trabajo a coger las llaves de mi casa si no quería esperar a que llegara. Genialisísimo.

Como no quedaba otra opción le dije que vale, que iría. Pero había un factor con el que no contaba: mi hermana estaba en el colegio con sus amigas y en cuanto llegara a casa y nadie le abriera a ver qué hacía y tuve que ir a por ella. GENIAL (ME CAGO EN LA P*TA).

Menos mal que me la encontré por el camino mientras iba en su búsqueda, pero quedaba ir a por las llaves. Andamos bajo el sol abrasador hasta coger las llaves e irnos, finalmente, a mi casa. Pero cuál era nuestra sorpresa cuando llegamos y vimos que nuestra abuela YA ESTABA ALLI. NI GENIAL NI NA', FUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCK!!!!!!!!!

Lo que contaba es que ya estaba yo allí, después de patearme media ciudad para hacer lo que hago todos los días: volver del colegio. Y, por supuesto, después tuve que aguantar los gritos de mi abuela diciéndome que por qué no había cogido las llaves (que ni si quiera tengo propias porque no me hacen falta). GRACIAS, YAYA, POR DECIRME LO DE LAS LLAVES CUANDO YA TODO HA PASADO (Cara de ''No me digas'').

Y esta es mi historia. No es lo más raro del mundo pero sí es lo más emocionante que me ha pasado últimamente (que triste...)  me hacia ilu contároslo :3.

Para el viernes tengo un post muy especial y otro para el sábado, así que hay dos (¡bien, el capítulo de Barrio Sésamo sobre la suma no me lo salté!), así que ya me despido, pero no antes de recordaros que podéis visitar mis twitter y ask.fm (en la barra derecha).

¡Adioeh!

Firmado

LA OVEJA NEGRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario